28 de abril de 2009

Sin lana de colorines

Sube, arriba se está mucho más suave. Donde nadie pueda verte, ni mirarte, ni tocarte. Donde nadie pueda romperte en dos pedazos y separarte justo por la izquierda, atravesando tu músculo más rojo. Sube, arriba te comprende alguien más que no conoces. No te tapes los ojos mientras piensas que quien no te merece te verá andar sobre sólo cinco dedos. Sube, mira hacia abajo y siéntete grande, crécete y que lo vean. Que te vean. Porque si subes te regalo una sonrisa y si no escalas, un caramelo podrido te dejará sin dientes. Sube, aquí arriba se está mucho más suave. Cuando entras se prohíbe el parpadeo y el arco iris lo colorean tus lentillas. Las verdes que te pones cuando eres tu misma. Sube, sube, suave, sube: esta es la paz que no existe y que para ti alguien ha inventado.

27 de abril de 2009

Pata de palo



Si quieres no cruces tus dedos entre los míos, ni me hinques la alianza. Si no te parece bien no me babees los dientes ni me beses un poquito de pasión. Si prefieres no nos peleamos en las sábanas blancas que pisa tu descanso. No hace falta tampoco que me resoples que me quieres cada día, ni que me presumas yendo de copas con astronautas de cerveza tostada. No necesito que me abraces cuando no te apetezca sentirme, ni que me enseñes que lo dulce está en la confianza que me falta. No creo que sea necesario que mojes mi cuello, ni que me soples al oído. Puedes dejar que las flores se pudran en mi jardín, o incluso en el jarrón de la tienda de los tulipanes lilas. Rompe con la norma de amar si es lo que exige tu juventud. Castiga mis ganas con tus falsas y fallidas experiencias infantiles. Vuelve a montar el puzzle de calabazas que te escupieron en el buzón. Recuerda que los recuerdos podemos construirlos nosotros. Pon tus ojos en quien quieras, pero mírame y amanece conmigo los domingos. Invítame a cenar a tu futuro y déjame quedarme. Aunque sólo sea hasta el siglo que vienecuando únicamente te necesite para que te mezcles conmigo y con aquel paso de cebra.

"Stand by me, nobody knows the way it's gonna be" (Oasis)

De tu blusa y tu bandera


Hueles a tierra mojada cuando calienta el amarillo. Sabes a paseos con paraguas. Vives con toros y monjas. Salpicas antigüedad, te tiñes de novedosa. Eres preciosa. De verde o de rosa. De negro o de azul. De blanco y de rojo amaneces el Siete.
Paséame por tus calles, déjame que me enamore en ti, préstame tus vistas todo el año; despáchame, que te echaré de menos.
Mírame y vísteme de fuerza. Quédate conmigo en Primera que mi reojo siempre te cuida, Pamplona de mi vida.

11 de abril de 2009

Él tiene tu corona


Y sí, parece ser que te has puesto tonta. Tu mirada parece avisar de que estás empezando a tragarte mariposas. Respiro incluso palabras que parece que hablan de futuro, cuando pocas veces nos hemos atrevido a nombrarlo. Ahora haces promesas, que sorpresa. Ahora te apetece, te apetece ponerte tonta. Y justo cuando decides que vas a ser una ñoña más, una quinceañera con ganas de descubrir qué es pintar un corazón en un folio en blanco, parece que el gran Picasso, el complicado, tira el pincel al suelo. Ahora no le apetece teñirse de príncipe. Al final todo es lo mismo, como los momentos, difíciles por naturaleza y azules sólo de vez en cuando. Porque sí, porque las cabezas también se comen, como los caracoles, y engañar al corazón es algo tan válido como divertido. Pero divertido para ti que puedes montar una tómbola y dejar que se gaste todo su desengaño en boletos. En mil o en tres. Que el secreto está en la verdad, como siempre. Y la verdad está en lo que sientes y en que no necesitamos sudar para ser más tontas, ni más niñas, en que no vemos árboles con corazón de corteza, sino corteza. En que si nos tenemos que tragar una colmena nos la tragamos, aunque su miel sea de todo menos dulce. Si te tienes que vestir de blanco, yo te regalo las flores, azules, claro. Que las mariposas son tuyas y suyas y si Picasso no quiere pintar: bienvenida al mundo del Arte. Ya le teñiremos el corazón si no está decidido a dejar de ser rana, porque su cielo tiene nombre, y ese es el tuyo princesa.

2 de abril de 2009

El trapecio de tu mago

Magia llaman al circo cariño, al circo de los sentimientos. Pruébala, engánchate, que te duela. Ser trapecista no es fácil pero lo que es imposible es soplar palomas desde el dedo índice. El amor es algo parecido: dos payasos, una carpa de rayas rojas y blancas y muchos invitados que ríen y opinan demasiado. Sé que no te gusta no sentir. Sé lo que estás pensando cariño, sé el miedo que tienes a que tus días no estén tan estructurados, a que los 180 grados no giren y te quedes ahí. En un punto fijo. Mirando sin ser observada y sedienta. Tus dieciocho son muy grandes pero descansa en mí. En las tres voces que te miman, en los tres músculos que por ti laten.
Sonríe cuando te apetezca, aunque yo hoy he comprado pintura y si me dejas aprenderé a dibujarte sonrisas de payaso. Sé feliz. Duerme conmigo. Duerme en ti. Y todo lo que duerma, será un recuerdo infinito, eterno lo llaman.
No he domado leones porque soy un Miliki muy infantil, pero te aseguro que el circo, cariño, es muy divertido y miedo es lo último que hay que guardarse en los bolsillos. Para eso se inventaron los botones grandes. De colores.
Las funciones son demasiado cortas. Demasiado cortas.