20 de marzo de 2011

De

Ahora que llegas. Y te giras para cerrar la puerta. Mientras me das la espalda. Y lo haces como si todas las manzanas de esta ciudad estuviesen dormidas. Giras despacio. Tardas en sonreír. Prefieres no mentirme con los labios. Siempre ha sido esa tu táctica, tácita. Y te acercas. Me acaricias la mejilla. Tocas mi pulgar y estrujas su uña. Como si fuese la culpable de nuestros malos entendidos. Te sientas. En el suelo. Justo ahora que llegas. Tardas en volver a mirarme. Estás tan convencido como yo de que estoy brillando más que nunca. Porque me he descubierto a mí misma. Embarazada de ilusiones y esperando a que te levantes. Y me mientas. Que me beses.