Las lecciones nunca vienen solas. Por eso hoy crezco. Porque necesito subir y aprender. En un día, así, sin más, la escuela de la vida, esa de las personas que confían en ti, que creen en ti y en tu formación, te dan las lecciones más valiosas. La universidad de la calle es la que vale y los profesores están aquí, muy cerca. Gracias a todos ellos y al día de hoy. Único y, espero, el primero de muchos. Nos vamos de paseo.
17 de noviembre de 2011
11 de noviembre de 2011
Como dedo al anillo
Deja de proponerme matrimonio a los 28. Entonces no tendré ni raya ni ojo. Piensa que tu móvil tiene una agenda amplia, lista como para acabar marcando mi número. Olvídate de las culebras y babosas. Plantéate que, rana o no, me asustan tus mensajes, tus tonos, ironías e intenciones. Céntrate en la política de tu empresa y de tu casa, deja que la burocracia de tu corazón pare. Que se congelen todos esos pasos por los que, dices, estás tan dispuesto. Duérmete. Que ya me creas compromisos a los 23. Duérmete. Deja de hacerlo todo despierto. Vuelve a mirar entre las rejas de tu cuadrilla y quema el contenedor de tu calle. Seguro que, así, de repente, vuelves a pintar violeta todas estas miradas de otoño. Porque hojas a esta historia le sobran desde hace tiempo. Y bastantes.
7 de noviembre de 2011
Reflexiones de otoño
Ninguna de las dos somos tan grandes como para acercarnos a las verdades más absolutas. Ninguna de las dos somos diosas. Tampoco heroínas. Y precisamente por eso tenemos derecho de vivir. De equivocarnos y meter la pata. De no entender por qué lo hicimos así. Porque ninguna de las dos somos capaces de volver atrás, de borrar lo que escribimos. Y mucho menos de tacharlo. Es algo que, de momento, no está a nuestra altura. Porque esta no es tan grande, pero es nuestra. Por eso, desde tu metro sesenta y pico, setenta si quieres, aprender a ver el mundo. Igual que he hecho yo. Que hacemos todos. Igual que haces. Aprender a ser así de alta todos los días, minutos, semanas, segundos, horas y momentos. Porque de eso se valdrán los posteriores. De lo que hagas hoy, de cómo lo hagas y de los errores que cometiste y remediaste. De cómo te equivocas y de cómo, los que te queremos (incluida la otra ninguna de esta historia) dejan que lo hagas.
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