30 de noviembre de 2009

Chica de dúplex

Los finales de mes siempre son complicados. La hucha siempre está rota, el tiempo no termina de ponerse de acuerdo con la estación. Los planes no terminan de ser redondos y las miradas siempre se quedan en el camino. El día treinta es la cruz de todos los motivos: de por qué hoy voy y por qué mañana me quedo. Y me quedo porque las historias de princesas no son propiedad de Disney.
Y quién sabe.
"Si me invitan a una farra, cuenten con mi corazón"
Joaquín Sabina

19 de noviembre de 2009

Calle Juventud, número 2

Arranqué cada foto con rabia, pero mientras con la izquierda iba quitando el pegamento que se quedaba en el armario, miraba a ese 'tio bueno' que había estado observándome dormir los dos últimos años. Estaba creciendo y lo que tiene crecer es que se termina el Super Pop y llegan las novelas rosas. O sea, telenovelas. Los domingos dejan de quedarse en familia para meterse en una cama con dos ibuprofenos. El día que no tres. Que no lloras por estar triste, sino por aprender a superarlo. Lo que tiene es que, en realidad, usas tanga aunque sea incómodo. Lo que tiene es que no dices por llenar el tiempo. No piensas por no estudiar los invertebrados. Lo que tiene es que mientras se te quedan los dedos pegados a la segunda puerta del armario, te has dado cuenta de que no llegarás a conocer a ese cachas en calzoncillos si antes, no te encuentras a ti misma.

11 de noviembre de 2009

Bolsillos descosidos

Cruces de asfalto, motores en silencio, risas con chupetes y pan con tomate. Y todo, untando a las cabras. Y las canciones del jueves. Una tarde de lluvia, con un paraguas de coche. Una tarde familiar, entre amigas. De imitar a Lola Flores con los pendientes. De tener frío y luego calor. De esas en las que te gastas el dinero porque merece la pena arruinarte. Porque bien vale una caña dos euros si la compañía es de cubata. Pero cubano. Chicas, este pitillo y nos vamos.