3 de enero de 2012

Cuánto te debe

Te debe esa mirada prometida hasta el punto central que le reconoce. En esa personalidad tan impuntual. En el escaparate de dientes perfectos que muestra la noche que menos suerte le confirma su reloj de muñeca. Te debe la otra historia que advirtió aquél día, mientras te llevaba a la cama y te arropaba con las miradas oportunas de un día para ti inoportuno. Todas las cosas que recuerdes, cada una de las nanas que dijo que te escribiría. Todas las cosas que recuerdes, decenas de mentiras pintadas de azul turquesa. Todas las cosas que recuerdes, hasta los bolígrafos mordisqueados del bote que estaba sobre su escritorio. Todas las cosas que recuerdes. Eso es lo que te debe. Esa mirada prometida hasta el punto central que le reconoce. Esa mirada prometida hasta el punto central. Esa mirada prometida hasta su ombligo. Esa mirada prometida. Esa mirada. Esa.