16 de septiembre de 2013

Podría ser mejor

Me debiste besar. No ves que no bastó con intentar acariciarme el pulgar. Ni con cuatro miradas que despertaban a Vivaldi de entre sueños de música electrónica. Debiste acercarte más y sonreír menos. Insinuar que te daban igual todas las flores que dejaba caer a tus pies. Pero no se te ocurrió. No hiciste nada mejor que convencerme con argumentos estereotípicos que encajaban en tu persona. Seducir mis intenciones con abrazos que persuadían a algunos domingueros. Debiste besarme. Sólo por no vivir con esa curiosidad de saber si aún podría ser mejor de lo que ya era. Porque bastó con la verdad. Nos sobraron escenarios y nos faltaron minutos. Todos aquellos que algún día restaremos a una historia que podría tejerse sobre algodones. Siempre y cuando lo pienses. Siempre y cuando te atrevas. Siempre y cuando me beses.