19 de febrero de 2010

Suena bien

Es por tu cara de oportuno y por la poca gracia que tienes contando chistes. Porque intentas jugar a ser el malo y porque cedes el paso sólo si no llevas compañía. Me gusta tu afición por el póker. Me estiliza pensar que miras el móvil con más frecuencia que yo, que sueles silenciarlo por no decir una palabra de más. Más que yo, menos que ella. Nuestro prototipo de antagonista. Que te callas y me desgastas. Me consumes. Con tus rizos y vicios. Tus buenas intenciones y tu problema con el idioma. Un idioma que no entiende de lunas y que se completa cuando lo gritas. Porque primero gritas y luego besas. Primero besas y luego es luego.

17 de febrero de 2010

El tímpano de la acera

El peso del bolso vuelve a vencernos a mí y a mi muñeca por el hombro derecho. A la vez, alguien se pega conmigo. Doscientas once baldosas y he tenido que pararme. Tiene ojos claros. Es guapo y las ocho de un día de lluvia me dicen que le abrace. Intento salir corriendo, qué vergüenza. Procuro hacerlo por la izquierda, él también. Pruebo el otro lado y nos volvemos a chocar. Me roza con la mano y sonríe. "Es guapísimo", pienso otra vez mientras se aparta al ritmo del último compás de la canción de mis auriculares. Me iría con él a Benidorm. Me iría, pero es demasiado pronto, hoy es demasiado miércoles.

8 de febrero de 2010

Con nosotros

Cuatro años despidiéndote y todavía sigues allí.