24 de diciembre de 2009

¿Impar?

Déjame que te enseñe a jugar en este juego. Que no es de dos, pero prefiero reducirlo.
Déjame enseñarte a esconder los ases. No cierres los ojos.
La amistad se cuida. Se cuida.
Déjame cuidarte.

22 de diciembre de 2009

¡Guau, wow!

Como ver una película de Pitbulls. Donde uno se cuelga del cuello del otro y el segundo del amo del primero. Donde existe sangre y hay que cambiar de canal. Cuando hay que apagar la tele e irse a dormir. Porque esas cosas son para olvidarlas soñando. Parecido. Aunque algo diferente. Porque cuando una zorra se cuelga del cuello de otra es que la segunda es más puta. Y se tiran el cubata a la cara y los novios las sujetan del poco trozo de tela que llevan entre teta y teta. Se arrancan mechones de pelo y se lo llevan de recuerdo (para el salón de mamá). Igual. Pero tú te quedas. Lo ves. Y no te cansarías. Qué cruel. Eso me pasa. ¿Que se pegan? Qué se peguen. Así me termino esté gin-tonic antes de que se me quede aguao. Pasen y vean, las mujeres tienen más fuerza que los American Staffordshire Terrier y los Dogo Argentino. Cuando pasan estas cosas, evitas las pesadillas. Y que siga la fiesta, señores. Que siga, pero a ladridos.

Pregúntale a diciembre



Sortéame entre décimos. Décimos de cifras. Cifras de euros. Euros con historia. Historia de boletos. Boletos de compromiso. Compromiso de iglesia. Iglesia con altar. Altar sin flores. Sin flores de colores. Colores entre pueblos. Pueblos de miseria. Miseria de ciudadanos. O Ciudad Bienestar. Bienestar para nosotros. Está claro. Nosotros a por el gordo. El gordo a por la Navidad.



Felices fiestas, las típicas
(fotografía: Ayuntamiento de Pamplona)

30 de noviembre de 2009

Chica de dúplex

Los finales de mes siempre son complicados. La hucha siempre está rota, el tiempo no termina de ponerse de acuerdo con la estación. Los planes no terminan de ser redondos y las miradas siempre se quedan en el camino. El día treinta es la cruz de todos los motivos: de por qué hoy voy y por qué mañana me quedo. Y me quedo porque las historias de princesas no son propiedad de Disney.
Y quién sabe.
"Si me invitan a una farra, cuenten con mi corazón"
Joaquín Sabina

19 de noviembre de 2009

Calle Juventud, número 2

Arranqué cada foto con rabia, pero mientras con la izquierda iba quitando el pegamento que se quedaba en el armario, miraba a ese 'tio bueno' que había estado observándome dormir los dos últimos años. Estaba creciendo y lo que tiene crecer es que se termina el Super Pop y llegan las novelas rosas. O sea, telenovelas. Los domingos dejan de quedarse en familia para meterse en una cama con dos ibuprofenos. El día que no tres. Que no lloras por estar triste, sino por aprender a superarlo. Lo que tiene es que, en realidad, usas tanga aunque sea incómodo. Lo que tiene es que no dices por llenar el tiempo. No piensas por no estudiar los invertebrados. Lo que tiene es que mientras se te quedan los dedos pegados a la segunda puerta del armario, te has dado cuenta de que no llegarás a conocer a ese cachas en calzoncillos si antes, no te encuentras a ti misma.

11 de noviembre de 2009

Bolsillos descosidos

Cruces de asfalto, motores en silencio, risas con chupetes y pan con tomate. Y todo, untando a las cabras. Y las canciones del jueves. Una tarde de lluvia, con un paraguas de coche. Una tarde familiar, entre amigas. De imitar a Lola Flores con los pendientes. De tener frío y luego calor. De esas en las que te gastas el dinero porque merece la pena arruinarte. Porque bien vale una caña dos euros si la compañía es de cubata. Pero cubano. Chicas, este pitillo y nos vamos.

20 de octubre de 2009

Este será nuestro secreto:

"Que existe el silencio. Que nadie cuenta mentiras, más que tú a tus ojos. Que nos damos la mano cuando está de noche. Que respiras más fuerte cuando me ves llegar desde lejos. Que te veo entre la multitud. Que los besos corren por las calles antes que nosotros. Que mi mano desaparece por tu bolsillo. Que nuestras piernas se desenredan antes de olvidar las mariposas. Un secreto cada día en el móvil. Una caricia debajo de mi casa. Una historia de otoño. Que nos calienta el corazón. Que nos sonríe antes de ir a clase. Bolsitas de caramelos para pasear y regalices mientras pasa octubre. Silencio, a lo Bisbal y princesa, como en los cuentos"

"Sabes que eres la princesa de mis sueños encantados"
D.Bisbal

15 de octubre de 2009

Extensiones


Necesito una de esas. Con las que te desahogas justo antes de hundirte. No, la de la izquierda. Esa. Que sea interesante de mirar y que se mastique con dificultad. Para que me deje pensar más horas. Más a la izquierda. ¿Esa? Que la reflexión sea más intensa. Una de esas que no necesitan agua. Privilegios antes que complejos. En la que me fumo un camel como si fuese un Habano. Mientras tardo demasiado en sonreír. Una de esas. Más a la izquierda. Necesito esa. Una que no me deje mentir y me embarace de ilusiones. Una que me haga reirme un ratico. Quiero esa. La que me deje crecer a la vez que mi melena. La que me voy a poner. Esa. La de la izquierda. Justo esa.

12 de octubre de 2009

De Ene

Estoy segura de que los macarrones (con mucho tomate) también hacen crecer.
Borraja para el lunes, para el martes, para el miércoles, jueves y viernes.
El fin de semana: pasta, por favor...
...y una 'p' de periodista

19 de septiembre de 2009

Rompiendo el saco


Más. Porque hasta aquí no es suficiente. Necesito más. Un paso más, un vaso más, un viaje más, un beso más, un anillo más, un polvo más, un libro más, un zapato más, un tío más, un amigo más, un día más, una mirada más, un minuto más, una clase más, una llamada más, un sueño más, un billete más, un cigarro más, un fin de semana más, un hielo más, más. Porque hasta aquí no es suficiente.

24 de agosto de 2009

Declaraciones de 'Lovelace':

"Buscas el eje sobre el que giro, el que más se ve cuando hay menos camiseta. Y te gusta que sea de todo menos una dama. Pero sí tú el vagabundo. Como cuando el que mira es el deseo y lo que sobra es enamorarse, el único tabú de nuestras bocas. Un videoclip rodado en un club de alterne. La pasión en el medio. Una escena de los veintitantos, del Dios de la lujuria y las uvas, de la Diosa de su noche y el morbo. Un cuento de pornos que se desnudan el día de menos suerte. Y follan. Y se van. Y así es como les gusta. Una porquería para mi madre y un vicio para tu primo. Todo tragado con un poquito de alcohol. Sin más putas que la tuya. Porque el único ángel del filme es el amanecer. Que aparece mientras me muerdo el labio antes de que tú lo mastiques. Porque nos arriesgamos a disfrutar de los años que nos apetece tener. Los que hemos cumplido. Sexo por sexo. La ropa en el suelo y la naturaleza en su sitio".

Peor para el sol que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar, mientras un servidor
le levanta la falda a la luna. (J. Sabina)

22 de agosto de 2009

Licenciarse en querer

Encontrar a quien nos tontee dos noches a la semana y nos mire el primer día de oscuridad, entre mucha gente. Una persona que nos abrace antes de besarnos y nos muerda el cuello antes de probar nuestro sabor. Nos falta tiempo para dar con algún amante que quiera casarse antes de tiempo y que prefiera pasear a montarse en un coche. Alguien que sea especialista en besitos para hacerte sentir bien. Buscamos a quien nos diga una vez al mes un 'te quiero' de película. A quien quiera acompañarnos hasta el probador, para recordarnos que somos la más guapa. Una persona que nos mire de reojo cuando estemos haciendo algo cotidiano y nos baile un rock and roll en la plaza del pueblo. Que las baladas se guarden en la intimidad. Una persona que toque la guitarra y cante nuestra canción, que discuta por las mañanas y se siente en nuestro sofá por las noches. Encontrar a una persona que respire oxígeno aunque se sienta en una nube. A quien haya decidido enamorarte y, evidentemente, lo haya conseguido.

9 de agosto de 2009

Un descuido de plastilina

Echo de menos eso. Que te quieras. Y que siempre que demos pasos hacia atrás sea en la arena. Para poner remedio con un poquito de agua y sal. Y que se borre todo lo que sabe a limón. Como ayer. Como aquél nombre que se escribía con ele. Y que ahora se escribe, parece, con dos almas y amén. El gran espectáculo de tu infancia. El mayor secreto de tu corazón. Un cuento escrito en unas sábanas. Esas que conducen 90 kilómetros para que te roce. Para que te abrace, para que me abraces. Una autovía para echar a dormir tus inquietudes. Debajo de la cama de un sicario. Armado. Pero sin balas. Una especialidad hecha telenovela, vamos. Pero una telenovela de esas sensibles que a la vez también son de terror. Tu ya me entiendes, ya sabes la historia. Un amor de verano. Que se harta de querer sin que quieras quedarte. Pero ya lo sabes. Y sabes que te acunaré hasta que se mareen mis dedos de tanto quererte, hasta que se acabe la música y no existan notas para esta 'nana'. Hasta que me odies por pertenecerte tanto. Gilipollas, que eres un gilipollas.

29 de junio de 2009

Oxidada



Deberías reconocer que la bolsa de dulces siempre ayuda a deshacerse de los últimos minutos. Aunque sirva como excusa para mirar una película de Audrey Tautou un domingo de junio. Y a pesar de que esa noche se haya tomado un güisqui con hielos y esté bailando con setecientos parques. Deberías reconocer que al final lo único que te llevas a casa son ganas de vomitar regalices y de comprarte una pamela de Chanel. Porque aunque tú sólo le ates los cordones a las zapatillas, estarías disponible para el lujo. Por lo bonita que era aquella época. Por los caramelos de caras sonrientes. Por acabar cayendo al recordar que el siglo XXI es cosa de cuatro locos y dos enamorados. Que tú deberías haber pertenecido a las dos equis sin palo. Para ganar esa estabilidad que ansían tus latidos. Para despertar y tener que recogerte la melena. Que parece que últimamente lo que echas de menos es que te abracen. Pero brazos tenemos todos. Piernas también. Haz de los sesenta trozos de sol una locura porque al final volvemos a ese mordisco. Del que hablábamos ayer. Blanco virgen cuando lo pruebas, pero a los 180º ya se han oxidado todas las ilusiones de aquél primer día.
Te invito a otra francesa, más lenta aún, pero vete tú a saber si nos empachamos a manzanas...

24 de junio de 2009

Han sido las veinticuatro horas de la mitad del cero y el nueve. Cuatro minutos para darte cuenta de que la vida da carpetazo a los treinta. Tres segundos de buenas noticias y setecientos ochenta de emoción, emoción deportiva y emoción. Medio suspiro para cambiar tu vida de repente. Cuatro ojos y cuarenta dedos imprescindibles. Diez minutos para sonreír y saber por qué soy así. Cinco parpadeos para entrar cuando las puertas se abren. Casi una lágrima en el interior por darte cuenta de por qué haces lo que escribes. Dos razones para volver a pensar que lo hiciste bien. Que sabes dónde quieres ser, y que te dejan. Estar segura. Respirar y volver a sonreír. Girar el volante, meter segunda y volver a casa. Saber que la vida respira por pasiones y que tienes que inventar un Dios, porque necesitas dar gracias. "23 de junio de 2009: veinticuatro horas leídas en doce caracteres"

10 de junio de 2009

No hay Arte (ni artistas)


Por mucha belleza que tenga el neoclasicismo, yo rigidez sólo veo en tus gestos y en nuestros imprevistos. Puede ser demasiado romántica a lo que me tienen acostumbrada mis dos décadas, pero tú no. Prefieres realidad en tus noches de domingo. Porque nos movemos por las impresiones de la luz y las pinceladas de nuestros reojos. Porque Manet fue aquel beso que no. Quieres art nouveau, originalidad y muy banal. Barcelona para todo. Y como tu pasado es modernista prefiero no hacerle dibujos. Mejor que me haga la despistada y juguemos a los símbolos. Porque para vanguardias ya están tus 'fobias', mis expresiones, los cubitos de hielo y el futuro que no tendremos... Vuelve a tirar los dados. ¡Qué Arte tan surrealista!

1 de junio de 2009

El día número siete


Con el corazón más rojo que Julieta. Porque las divisiones son cosas de matemáticos. Que se te vea. Una Pamplona teñida de latidos y sin uñas. Unos ojos con tono de privilegio. La dueña de las victorias, el primogénito del 43, la reconquista de la afición.
La gloria, señores... La gloria.

(Felicidades rojos)

26 de mayo de 2009

Bougie parfumée



Hueles a jazmín y vainilla, como lo que tengo y lo que nunca compré. Y me encanta cuando sonríes. Porque no sueles hacerlo muy a menudo. Creo generalidades por tu barba y reniego de las clases por el humo fluor de tus orejas. Me creas necesidad cada domingo (repasando el séptimo periódico). Me gusta ser tu niña. Enseñarte menos que tus sumas y conocer a don Quicio. Y a la facilidad para sacarme de él.
Por ti he dejado de pensar en musas y en canciones. He creído en la verdad. Y a está situación le sobra polvo.
Y cocer un par de patatas, que las nuestras ya son puré.

17 de mayo de 2009

900 kilos, o más

Son días que necesitas verdades encerradas en puños, que te escupan las palabras en la puerta de casa. Que las soluciones sean cuestión de pocos tragos y dos sonrisas. Son días que el peinado se recoge en un piropo. Que necesitas que te expriman el rímel que te sobra y te digan que no grites. Días en los que no necesitas. No necesitas porque no falta nadie. Días en los que te das cuenta de que el pasado queda en memoria de dos. Son momentos que viven porque latieron hace tiempo y que el ‘mañana’ existe antes de que llegue. Son días que nos casamos por ver como nos vuela el pelo a 140 kilómetros de las miradas. Son noches serenas y soles borrachos. Son sueños de conversación y siestas a mediodía. Son tus ganas por demostrarme que estás ahí. Son los minutos que nos faltan y los pocos que hemos vivido. Son los veintiuno que te dedicas. Horas de chorradas y minutos de cristal. Los días de verdad y los gritos de mentira. Son las cinco letras con las que te resumo. Es el compromiso. El que merece la pena gastarse. Que me sueltes el domingo y me llames el lunes. Que me cuentes que el corazón te lo ha partido un cinturón. Que te rías, que me hagas reír, que llores y me hagas llorar. Que me digas lo que piensas, que me abraces, que me riñas, que me dibujes y me quieras. Que gracias. Porque son días que necesito que estés, y siempre estás. Felicidades, de corazón.

11 de mayo de 2009

Dos menos uno

Quédate y enciéndete un buen libro.
Créete la mejor historia de amor que jamás hayan contado.
Llámate Roseline, Rose o Line.
Después vete. Sólo entonces sabrás que tenías razón.

28 de abril de 2009

Sin lana de colorines

Sube, arriba se está mucho más suave. Donde nadie pueda verte, ni mirarte, ni tocarte. Donde nadie pueda romperte en dos pedazos y separarte justo por la izquierda, atravesando tu músculo más rojo. Sube, arriba te comprende alguien más que no conoces. No te tapes los ojos mientras piensas que quien no te merece te verá andar sobre sólo cinco dedos. Sube, mira hacia abajo y siéntete grande, crécete y que lo vean. Que te vean. Porque si subes te regalo una sonrisa y si no escalas, un caramelo podrido te dejará sin dientes. Sube, aquí arriba se está mucho más suave. Cuando entras se prohíbe el parpadeo y el arco iris lo colorean tus lentillas. Las verdes que te pones cuando eres tu misma. Sube, sube, suave, sube: esta es la paz que no existe y que para ti alguien ha inventado.

27 de abril de 2009

Pata de palo



Si quieres no cruces tus dedos entre los míos, ni me hinques la alianza. Si no te parece bien no me babees los dientes ni me beses un poquito de pasión. Si prefieres no nos peleamos en las sábanas blancas que pisa tu descanso. No hace falta tampoco que me resoples que me quieres cada día, ni que me presumas yendo de copas con astronautas de cerveza tostada. No necesito que me abraces cuando no te apetezca sentirme, ni que me enseñes que lo dulce está en la confianza que me falta. No creo que sea necesario que mojes mi cuello, ni que me soples al oído. Puedes dejar que las flores se pudran en mi jardín, o incluso en el jarrón de la tienda de los tulipanes lilas. Rompe con la norma de amar si es lo que exige tu juventud. Castiga mis ganas con tus falsas y fallidas experiencias infantiles. Vuelve a montar el puzzle de calabazas que te escupieron en el buzón. Recuerda que los recuerdos podemos construirlos nosotros. Pon tus ojos en quien quieras, pero mírame y amanece conmigo los domingos. Invítame a cenar a tu futuro y déjame quedarme. Aunque sólo sea hasta el siglo que vienecuando únicamente te necesite para que te mezcles conmigo y con aquel paso de cebra.

"Stand by me, nobody knows the way it's gonna be" (Oasis)

De tu blusa y tu bandera


Hueles a tierra mojada cuando calienta el amarillo. Sabes a paseos con paraguas. Vives con toros y monjas. Salpicas antigüedad, te tiñes de novedosa. Eres preciosa. De verde o de rosa. De negro o de azul. De blanco y de rojo amaneces el Siete.
Paséame por tus calles, déjame que me enamore en ti, préstame tus vistas todo el año; despáchame, que te echaré de menos.
Mírame y vísteme de fuerza. Quédate conmigo en Primera que mi reojo siempre te cuida, Pamplona de mi vida.

11 de abril de 2009

Él tiene tu corona


Y sí, parece ser que te has puesto tonta. Tu mirada parece avisar de que estás empezando a tragarte mariposas. Respiro incluso palabras que parece que hablan de futuro, cuando pocas veces nos hemos atrevido a nombrarlo. Ahora haces promesas, que sorpresa. Ahora te apetece, te apetece ponerte tonta. Y justo cuando decides que vas a ser una ñoña más, una quinceañera con ganas de descubrir qué es pintar un corazón en un folio en blanco, parece que el gran Picasso, el complicado, tira el pincel al suelo. Ahora no le apetece teñirse de príncipe. Al final todo es lo mismo, como los momentos, difíciles por naturaleza y azules sólo de vez en cuando. Porque sí, porque las cabezas también se comen, como los caracoles, y engañar al corazón es algo tan válido como divertido. Pero divertido para ti que puedes montar una tómbola y dejar que se gaste todo su desengaño en boletos. En mil o en tres. Que el secreto está en la verdad, como siempre. Y la verdad está en lo que sientes y en que no necesitamos sudar para ser más tontas, ni más niñas, en que no vemos árboles con corazón de corteza, sino corteza. En que si nos tenemos que tragar una colmena nos la tragamos, aunque su miel sea de todo menos dulce. Si te tienes que vestir de blanco, yo te regalo las flores, azules, claro. Que las mariposas son tuyas y suyas y si Picasso no quiere pintar: bienvenida al mundo del Arte. Ya le teñiremos el corazón si no está decidido a dejar de ser rana, porque su cielo tiene nombre, y ese es el tuyo princesa.

2 de abril de 2009

El trapecio de tu mago

Magia llaman al circo cariño, al circo de los sentimientos. Pruébala, engánchate, que te duela. Ser trapecista no es fácil pero lo que es imposible es soplar palomas desde el dedo índice. El amor es algo parecido: dos payasos, una carpa de rayas rojas y blancas y muchos invitados que ríen y opinan demasiado. Sé que no te gusta no sentir. Sé lo que estás pensando cariño, sé el miedo que tienes a que tus días no estén tan estructurados, a que los 180 grados no giren y te quedes ahí. En un punto fijo. Mirando sin ser observada y sedienta. Tus dieciocho son muy grandes pero descansa en mí. En las tres voces que te miman, en los tres músculos que por ti laten.
Sonríe cuando te apetezca, aunque yo hoy he comprado pintura y si me dejas aprenderé a dibujarte sonrisas de payaso. Sé feliz. Duerme conmigo. Duerme en ti. Y todo lo que duerma, será un recuerdo infinito, eterno lo llaman.
No he domado leones porque soy un Miliki muy infantil, pero te aseguro que el circo, cariño, es muy divertido y miedo es lo último que hay que guardarse en los bolsillos. Para eso se inventaron los botones grandes. De colores.
Las funciones son demasiado cortas. Demasiado cortas.

30 de marzo de 2009

Los Alisios de mi ventana


Ya no me quedan más días ni momentos para meter en la lavadora. Todos los errores están aseados y guardados en la segunda estantería del armario. Planchando el beso que te di hace unas horas observé que se había desteñido con el resto de caricias. En el super las abuelas no tenían muchas ganas de hablar así que rápidamente subí para lavarlo a mano (compré el mejor jabón). No ha quedado para colgarle una etiqueta de 29,95 y seguro que el próximo día no me lo querré poner. Aun así, aflojé las cuerdas de la guitarra del balcón y puede que mañana cuando me despierte no exista colada, ni memoria. En unas horas no habrá ropa sucia pero siempre quedarán futuros segundos para pringar porque vivo en este tiempo pero también quiero que llegue el siguiente.


Hoy va por Bramante y por Gombrich (aunque no se lo merezcan)

28 de marzo de 2009

Cepillo y gomina

Tomaste la decisión el día que tu corazón corría más que tus pasos, el día que latías más que besabas. Fue en ese instante cuando trasladaste el pañuelo desde tu cuello hasta los azules ojos con los que miras, agarraste una maleta llena de nuevos deseos e ilusiones, llena de miedos y de ganas de temblar y adiós. Recuerdo perfectamente que aposté a que volverías, a que la vida ya era demasiado injusta para ti como para que no fueses a regresar a tu cuna de oro y a tu mierda de cartón. Yo me quedé sentada, esperando en uno por treinta ver como empezabas a creer en la magia. Aunque la magia sea la amante de una capital. Yo me quedaba, tú te ibas y entre todo eso se instalaban las redes sociales, las ganas de volver a vernos y California. Aunque California nunca ha estado a tu altura. Róbale el olimpo al dios de tus ideas, sé amante de quién te dé la gana. Juega en primera, haz todo lo que hagan en rosa. Yo te enseñaré a jugar, te enseñaré a ser más puta de lo que me llaman, te enseñaré a quererte y a viajar en metro. Tú enséñame a volar pero con el pañuelo cruzando mi cuello, que no estoy para decisiones tan complicadas. Entre todo, aquí sigo, uno por treinta y suma y sigue, que te espero. Espero que vuelvas con el mismo color de ojos, con más besos y menos latidos. Que vuelvas enamorada de la vida, que te lo pases bien. Que te lo pases bien. Agarra tu maleta, regresa dentro de seis días y dime si tiene guindilla esta receta...

19 de marzo de 2009

Lacasitos

Veintiuno son muchos para recordarte pero dos y medio demasiados pocos para olvidarte. Tener necesidad de montarme en cuatro ruedas grises me satura cada hora. Simple es tu apellido pero la especialidad es tu nombre. Te quise desde que me nombraste y te olvidé cuando te despediste. Hoy intento mirarte y acostumbrarme a pensar que no te perderé. Me cuesta y sé que fuerzo a mis ilusiones por hacerlo. Lo jodido es que lo consigo. Y lo difícil es que me encanta. Quiero desatarte las ganas de vivir para sembrarte la risa. Quiero ser tú, solamente para, aunque no lo sepa, tener la intuición de saber que existe alguien que desde el momento que me pronunció no me olvida y que no me quiere, porque la amistad siempre ha sido más que eso, por mucho que hablen de qué es amor... Amor eres tú.

7 de marzo de 2009

Está en ti, está en maybelline

Siempre elegías la mejor cama. La más blandita y apetecible. Te sacabas mil excusas para dejar claro que necesitabas descansar ahí y en ningún otro colchón. Te gustaba sentarte a media tarde en la esquina y encender un aparato negro y desgastado con más de cuatro siglos. Solías hacerme callar para escucharlo y ese era el único momento en el que compartías tu somier. Recuerdo perfectamente la sensación de tus dedos rozando mi mano, pegando pequeños golpecitos cuando decidías no seguir acariciándome. Siempre envidiaba tu mesilla, llena de caramelos y pañuelos blancos para la tos. Me encantaba colocarte los pendientes y maquillarte aunque tu belleza no era especial hasta que te cenabas el pintalabios y las dos rompíamos a reír. Pero siempre elegías la mejor cama. La más apetecible. Y desde que te decidiste a dormir en algo blandito yo saboreo los pocos chupa-chups que me regalan y tengo que escuchar la radio en grandes tecnologías. Ahora ya no me pinto los labios. ¿Cuándo compartirás tu nueva cama? Sabes que me encanta el color blanco de la colcha. Si algún día lográs pintarla transparente verás como mi mano es un quita-mocos revolucionario que desde alguna ventana te recuerda.

3 de marzo de 2009

Clave-litos











Empuja un movimiento lento, sin miedo a que se tuerza.
Pulsa la nieve con tensión, agarrótate las manos, cruza los dedos, mira...
Enchufa la oreja a la melodía, créete una experta en lo que te dé la gana.
Colúmpiate en el tobogán, cae hasta abajo. Subirás mientras respiras.
Memoriza aquellos dálmatas que se revolvían en unos viejos pentagramas.
Trágate un reloj y deja que te guíe. Trágate otro y corre.
Clava el pie en el suelo, salta y suelta. No cierres los ojos.
Siente lo que te apetezca, cómo sonreías aquel día...
Los sostenidos son los artificiales pero enséñales.
Dale tu silencio y cállale.
Luego sigue tocando, tatúame tu clave y yo te muerdo la mía
sigue tocando hasta que todo tu vacío sólo sea música.

2 de marzo de 2009

Beefeater

Diez, nueve, ocho, siete nervios y medio.
Dos, tres, cuatro, cinco ganas de verte.
Cero es el miedo.
Sobresaliente: sed de ginebra.

26 de febrero de 2009

Llevo diez euros


Existe un lugar donde no descansa la tierra, ni las manos de quienes le ponen nombre, ni las moscas, ni las ruedas, ni la infancia de sus ojos. Existe un lugar donde no fabrican zapatos. Tal vez la tierra sea demasiado caliente pero jamás quema los pies, sólo los ensucia. Existe un lugar sin lavabo porque tampoco hay dientes. Existe un lugar que no existe porque existe un lugar donde no se compran mantas, pero sí sentimientos. Allí se contempla un sitio sin agujas que den las cinco, sin memoria, sin dedos suficientes, con pocos secretos, con voces que no suenan, con puertas sin timbre, con gritos negros. Existe un lugar sin pobreza y papá y mamá lo llaman Esperanza.

25 de febrero de 2009

Un camel y un vaso de agua

Volví a la sombra el día que me quisieron quemar. Construí una guarida de cristal porque nunca he pretendido engañarme. Metí en el bolso ambas cosas y viajé hasta aquí. Y aquí es genial. Aquí es siempre y nunca. Es donde quiero poner a tender lo mojado y sacar mi cepillo y pasta de dientes. En este aquí es donde he decidido echar raices, crecer incluso para abajo. Es así como respiro y respiras. Justo ahí, donde tú estás. Estás en lo ideal. No quites la mirada, mírame. Enciéndete un pitillo conmigo, fumando un rubio las cosas se ven de otra manera. Fúmame y esfúmate. Siempre ha sido más fácil en pocas cantidades, por eso siempre fuimos a cenar a restaurantes de diecisiete tenedores. Véndete barato, tres son muchos euros por el lugar que ocupas. No entres. Está prohibido. Imagina que es sagrado. Seguro que no vienes. Quédate ahí, en el sol. Sabes que él siempre te ha favorecido y te ha dado la naturalidad que te falta. Y deja que la luna salga, tienes que acostumbrarte a vivir con dificultades. Yo me empaché un día de tanto probar y por eso vivo aquí, en un cristal que es guarida, en una sombra que es noche. En un África de dientes pintados de blanco. Si algun día quieres venir piénsalo bien, paga el peaje, bancarrota... pero menudas vistas.

24 de febrero de 2009

Porlascosasbonitas

Tardó un par de días en cambiar la dirección de su mirada pero cuando lo hizo ambos dimos un paseo por las nubes. En aquel momento recuerdo que sentí cómo hasta la más puta era la más Santa, me sentí tan segura y tan miedosa como en una cárcel. Quise parar pero no pude. Nos disfrazamos mutuamente de fruto y nos vimos crecer, nos lanzamos al vacío pero nunca tocamos el suelo, dormitamos sólo para seguir fumando juntos. Acariciamos cada momento como si, a lo mejor, fuese a ser el último y nos distanciamos cada noche para unirnos en el aire. Sentimos una pizca de felicidad al abrazarnos un día, y cuando la probamos no fuimos capaces de olvidarlo. Leímos entre líneas y buceamos entre aceras y calles de otras ciudades. La nuestra, siempre era la nuestra. Descubrimos la A de amor, tocamos la M, y tal vez el resto. Nos echamos de menos. Nos sentimos amigos. Deletreamos cada letra de nuestro nombre y pudimos dormir durante mil doscientos setenta y pico días y doscientas dos noches. Las nubes eran cómodas y mucho, pero un día despejó y al salir el sol, caí hasta el asiento de un coche, nos despedimos y guardamos nuestro paseo en el recuerdo, a veces en la añoranza, pero la añoranza no deja de tener ocho letras...

Te mereces lo que te falta




Pocas veces tuve valor de agarrarle. ¿Para qué?, si ella misma se mira en el espejo y no se reconoce. Todavía no he visto como gira sobre sí misma, se desnuda y sale corriendo a buscarse. ¿Dónde voy a encontrarle yo? Sabe que con el reflejo no me basta pero detesto verle falsamente divina detrás de un cristal. ¿Comprarle calcetines nuevos para proteger sus pasos? ¿Como quien dice que volverá y nunca regresa? Sí, allí se quedó, tendida entre mis brazos y otros cuatro pares iguales, escuchando para no-creer, mirando para asentir y sólo eso. Diosa de las tinieblas, humor hogareño y transparente. Vestida de rosa y azul, envuelta en mucha seda y prosa, gírate, busca tu culo. Corre y sin aliento porque una buena carrera es un órdago a grande cuando juegas contra dos minúsculos, insensibles y tramposos ases.


-Venía a preguntar por ti porque hace tiempo que no te veo.
-¡Pero serás tonta! Si nos vimos ayer.
-¿Ayer? Pero si hace más de dos meses que no te veo.
-Te estás volviendo loca, ¿verdad? ¿Lo dices en serio?
-Nunca, en toda mi vida, he hablado tan en serio sobre sonrisas.

23 de febrero de 2009

Alfombra roja

Hoy es el día del cambio porque me han dado 24 horas para comer borraja hasta hartarme.
Es la hora precisa para publicar esto y el segundo exacto para moverme y hacer chic.
Hoy, mientras "Pe" gana un Óscar, yo gano fuerza.