Los finales de mes siempre son complicados. La hucha siempre está rota, el tiempo no termina de ponerse de acuerdo con la estación. Los planes no terminan de ser redondos y las miradas siempre se quedan en el camino. El día treinta es la cruz de todos los motivos: de por qué hoy voy y por qué mañana me quedo. Y me quedo porque las historias de princesas no son propiedad de Disney.
Y quién sabe.
Y quién sabe.
"Si me invitan a una farra, cuenten con mi corazón"
Joaquín Sabina
3 comentarios:
jooooooo! me encantaa!
me das envidia guarronaaaa
;)princesaaa!!
Me gusta este blog, enhorabuena.
Ana de Cantabria
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