El peso del bolso vuelve a vencernos a mí y a mi muñeca por el hombro derecho. A la vez, alguien se pega conmigo. Doscientas once baldosas y he tenido que pararme. Tiene ojos claros. Es guapo y las ocho de un día de lluvia me dicen que le abrace. Intento salir corriendo, qué vergüenza. Procuro hacerlo por la izquierda, él también. Pruebo el otro lado y nos volvemos a chocar. Me roza con la mano y sonríe. "Es guapísimo", pienso otra vez mientras se aparta al ritmo del último compás de la canción de mis auriculares. Me iría con él a Benidorm. Me iría, pero es demasiado pronto, hoy es demasiado miércoles.
2 comentarios:
Demasiado miércoles, no...
Demasiado el fin de semana que vamos a tener...
Empiezo a escuchar el run run...
Es demasiado miércoles, demasiado peso en el hombro y demasiado guapo para un día de lluvia. Igual tú también eres demasiado para él
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