14 de marzo de 2010

Con los huesos de rodillas


Es la historia de siempre. Que se repite para no dejar de ser monárquica. Porque crees que no existe paraíso sin Adán, responde a esa llamada que te deja tiritando cinco veces por semana. Mantened, tus manos y tú, esa conversación de analfabetos, de ilusiones distantes, de jueves inapropiados. Una identidad difícil de reconstruir cuando estás en casa a las once y veinticuatro minutos de la noche. Hora preferida. Por ser la que te deja ser. La única disposición de las agujas que te enseña a tener que decidir. A perfilarte. Perfilarte en tu figura, en tus templanzas y desperfectos. Para discurrir entre almohadones y volver a creer que hoy es 2010 y sí, tesoro, hoy todavía es muy temprano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

meencanta!

Anónimo dijo...

me encanta cuando dices tesoro!jejej
logo t veo muñeca??
contesta al privi!!!muakkkk

Anónimo dijo...

q monitooooooooooooo andreeeeeeeeeeee




crissssss