18 de junio de 2012

Reencuentros

No se lo digas a nadie. Sólo piensa en este infantil cruce de miradas. Al que hoy sólo le faltaba un Oasis sonando de telón de fondo. Con tela verde primavera, unos cascos colgados de tu cuello y mis manos en tu espalda. No se lo digas a nadie. No le cuentes como nos hemos transformado en dos semi protagonistas de otras historias. Sin darnos cuenta. Igual que aquel primer beso, cuando sólo éramos dos piezas de un puzzle. Que encajaba en caricias de adultos y te rapaban las barbas. Una década sin verte, sin tocarte. Así nos han cambiado los años. Con pendientes que contaban cuánto nos quisimos.  Amor de rebeldía siempre es amor. El más fuerte, el intenso. Que fue contigo, que fue conmigo. Que se mezcló con unas mariposas que hoy se han ilusionado al verte. Y al tocarte. Al darse cuenta de cómo y cuánto nos han cambiado los años. Aunque eso, casi mejor, no se lo digas a nadie...

No hay comentarios: