24 de junio de 2009

Han sido las veinticuatro horas de la mitad del cero y el nueve. Cuatro minutos para darte cuenta de que la vida da carpetazo a los treinta. Tres segundos de buenas noticias y setecientos ochenta de emoción, emoción deportiva y emoción. Medio suspiro para cambiar tu vida de repente. Cuatro ojos y cuarenta dedos imprescindibles. Diez minutos para sonreír y saber por qué soy así. Cinco parpadeos para entrar cuando las puertas se abren. Casi una lágrima en el interior por darte cuenta de por qué haces lo que escribes. Dos razones para volver a pensar que lo hiciste bien. Que sabes dónde quieres ser, y que te dejan. Estar segura. Respirar y volver a sonreír. Girar el volante, meter segunda y volver a casa. Saber que la vida respira por pasiones y que tienes que inventar un Dios, porque necesitas dar gracias. "23 de junio de 2009: veinticuatro horas leídas en doce caracteres"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh periodista mi periodista!!!!! jejejejjjej